Las vestimentas típicas de Bhutan: El Gho y la Kira

Hombres sentados

Me acerqué con respeto y educación: ¿perdone, le importa que le haga una foto?. El chico se levantó y me miró con tranquilidad: sí, claro. Se dirigió hacia un rincón de la estancia y, de repente, adoptó una pose, a un tiempo, natural y solemne.

Estábamos en Bhutan, el reino del Dragón del trueno, y hacía horas que algo me había sorprendido sobremanera: casi todo el mundo vestía igual.

Imaginaos un asiático que aterriza en Madrid y ve a la mayoría de la gente vestida de «chulapos». No era un condimento turístico. Vestían así.

Su compañero me hizo un leve gesto. Él también quería un cuadro rápido de mi cámara. Adoptó una postura bastante semejante. Su cara tenía un brillo rojizo y sus ojos delataban humildad y orgullo.

Sus chanclas desgastadas chocaban con el aparente buen estado de su vestido. Llevaba una banda blanca a modo de condecoración.

Los hombres usan en Bután un ropaje tradicional denominado Gho. Se trata de una especie de bata larga hasta las rodillas rodeada por un cinturón, acompañada, a veces, por una especie de bufanda amplia o banda de diferentes colores.

Al parecer se impuso en el siglo XVII por un tal Shabdrung Ngawang Namgyel (Google dixit) cuya intención era crear un distintivo nacional.

A diario las llevan de lana o algodón, y en las fiestas o acontecimientos especiales, de seda.

Existe un código de indumentaria nacional (Driglam namzha) según el cual los butaneses han de llevar sus vestimentas tradicionales en los lugares públicos.

También me llamó, poderosamente, la atención las elaboradas y sofisticadas botas que llevaban algunos. Abajo podéis ver una foto que saqué en un comercio local.

Las mujeres, por su parte, visten la Kira, un vestido largo hasta los tobillos que se pone sobre una blusa de manga larga. También pueden llevar pañuelos u otro tipo de complementos.

Los colores y tejidos pueden denotar diferentes estratos sociales.

dandy plano medio

Nuestro guía llevaba un llamativo y elegante gho con los zapatos a juego. Estaba hecho todo un dandy. Sonreía ante la cámara con desparpajo y galantería. Un Don Juan a la butanesa. Arriba podéis ver una foto suya.

Bhutan guarda sus tradiciones como un amante celoso. Y con la ropa no iba a ser menos. Ojalá dentro de cien años sigan llevando sus ghos y kiras.

Es el propio estado el que fomenta el uso de estos ropajes, como una forma de preservar su identidad nacional.

Ojalá sea una tradición que no acabe aniquilada por el tiempo (y la sobrevalorada modernidad). Ojalá la tan cacareada globalización deje de suponer que, vayas a la parte del mundo que vayas, encuentres lo mismo. La misma ropa, las mismas tiendas. Países clonados. Algunos políticos e ideólogos piensan que esto es fantástico. Una sola gran humanidad.

Personalmente, esa homogeneización me parece horrorosa y vulgar. Lo mejor de este mundo es su diversidad.

 

3 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.