¿DÓNDE ESTÁ?
El Museo de la Pesca y la Salazón se encuentra en O Grove (Galicia, España). Más concretamente en Punta Moreiras. Forma parte de un conjunto que cuenta con el Acuario do Grove, el Museo de la Salazón y las playas y áreas turísticas de As Pipas y Área Reboredo.
La idea está clara: si vas a Grove, no te vas a aburrir porque puedes hacer cien cosas. Además, de disfrutar, como no podía ser de otra forma, de sus paisajes y gastronomía (darse una mariscada regada con albariño es una sabia e inevitable decisión si visitas Grove).
¿QUÉ ZONAS TIENE?
El complejo del Museo de la Pesca y el Salazón está compuesta por una zona al aire libre donde se puede observar, de primera mano, el proceso de salazón del pescado que se ha hecho históricamente en el pueblo. La otra zona es un espacio cerrado donde se exponen cientos de piezas relacionadas con la pesca y la salazón.
En el área al aire libre se muestran las bañeras de piedra donde se echaba el pescado y donde luego se llevaba a cabo todo el proceso de salazón.
Hay dibujos, a modo de cómics, donde se explica detalladamente en qué consistía el proceso de la salazón.
Las fábricas de salazón eran conocidas como las «salgadeiras».
En el espacio al aire libre se llevaba a cabo la conserva de la sardina en salmuera.
Junto al espacio abierto está el conocido como Esteiro de Moreiras, un gran arenal que se deja ver cuando baja la marea, y en donde es fácil ver mariscadoras recolectando almejas.
De hecho vi a unas mujeres cogiendo algo, me acerqué y les pregunté qué estaban recolectando: pues almejas, me contestaron (como diciendo «anda, que vaya pregunta nos haces»). Me enseñaron sus trofeos y tuvieron la deferencia de posar, entre cansadas y orgullosas, con sus atuendos y aparejos.
Si sigues por un pequeño sendero vas a parar a una antigua nave industrial restaurada que constituye el museo. Antes era una fábrica de conservas y salazón.
¿QUIÉN MANDA AQUÍ?
Al entrar me recibió el conservador del museo: Jose Luis Escalante. Jose Luis es biólogo marino y el que dirige un poco este cotarro. Tiene aire de marinero curtido reciclado en estudioso y bibliotecario. Me estuvo contando de donde vino la idea del museo, sus inicios y el cuidadoso y esmerado proceso de recolección de piezas relacionadas con la pesca y la salazón que están llevando a cabo. También alguna anécdota curiosa como cuando se cruzaban vacas en barcas de un lado a otro de la ría y todo el alboroto que se montaban en los traslados.
Arriba se ve la entrada al museo que me dio Jose Luis. No me gusta dar precios ni información excesiva porque esta es cambiante y variable. La entrada era, eso sí, muy económica y sé que se hacen precios especiales para niños y grupos.
El museo consta de fotografías antiguas.
Nasas de pesca (que según el Diccionario de la Real Academia son cestas de boca estrecha que llevan los pescadores para echar la pesca).
Todo tipo de conchas y fósiles marinos…
Redes y cordelería.
Incluyendo redes de gran tamaño (como se ve en la fotografía de arriba).
También se puede ver cómo has de ir vestido para practicar el noble arte de la pesca.
No pueden faltar diferentes tipos de barca y embarcaciones, de distintos tipos y tamaños.
Incluso primer instrumental electrónico para los barcos.
Todo el museo tiene un encanto especial y mientras estás en él te sumerges con facilidad en las artes de la pesca y la historia marinera de O Grove.
Algunos rincones parecen un cuadro de inspiración marinera.
Del más de millar de piezas con las que cuenta, en la actualidad, el museo, a mi, personalmente, lo que más me llamó la atención era todo lo relativo a las conservas, salazón y tonelería.
Ver cómo las salazones se hacían en un principio en toneles de madera como el de la foto de arriba.
Y ver cómo son ahora las modernas latas de conserva (de míticas marcas como «Miau»).
Se puede observar, igualmente, la curiosa maquinaria que se emplea para el cerrado hermético de las conservas.
El conjunto museístico se encuentra enfrente de O Porto de Meloxo con lo cual se puede ver cómo, continuamente, entran y salen embarcaciones marítimas. No es casualidad que se eligiese Punta de Moreiras para situar el museo ya que es un enclave con una larga y arraigada historia salazonera.
Entre los caminos que unen todo el complejo hay esculturas, anclas o barcos pesqueros en desuso. El conjunto intenta recrear una aldea marinera y, a ello ayuda enormemente, el impresionante entorno paisajístico.
Si vas a O Grove y llueve visita el Museo de la Pesca y la Salazón.
Y, si no llueve, pues también claro.