El castillo templario de Cornatel, antiguo castillo de Ulver, en Villavieja, El Bierzo

Me habían recomendado su visita: «tienes que ir al Castillo de Cornatel, está realmente bien». Y allí que fuimos. Aparcas el coche en un pequeño parking y subes un ligero caminillo hasta llegar a su entrada. Me gustó la amabilidad y buen trato, desde el primer momento, del chico que estaba en la puerta. Le freí a preguntas y él me contestó a todas, muy solícito. Nos indicó el itinerario a seguir y empezamos la visita.

En la foto de abajo puedes ver una maqueta del castillo y las diferentes partes del mismo. A saber: la torre del homenaje, el palacio, la puerta principal, el aljibe, el edificio residencial, la torre y la casa colgada.

Maqueta con la ubicación de las diferentes partes del castillo

Hay salas interiores donde en paneles te explican la historia del castillo y diferentes aspectos relacionados con el mismo. Las leí con atención mientras mis hijas revoloteaban por las estancias. Como no podía ser de otra forma, las espadas y yelmos llamaron enseguida nuestra atención. Tuve que reprimir (creo que a todos, mayores y niños, nos ha pasado) ese instinto primario que te incita a empuñar la espada, enfundarte el yelmo y lanzarte a la batalla.

No sacar las armas de los armeros

El castillo está bien restaurado. No soy ningún experto, pero, esa es la sensación que yo tuve. He visto fotos de «cómo estaba» y «cómo ha quedado» y, sin duda, han hecho un buen trabajo. Además, había, cómo lo diría, una «intención de conjunto», un propósito de mostrar una obra restaurada con la finalidad de «llegar», de «tocar» al visitante, de enseñar cómo era un histórico castillo y cómo eran sus diferentes estancias.

La restauración, en mi opinión, es excelente

Las vistas son espectaculares. Se observan, en la lejanía, decenas de pueblos del Bierzo. Yo «jugué» con mis padres a ver cuántos conocíamos, cuántas de esas manchas en la lejanía, creíamos saber asociar con el nombre de un pueblo. No fueron muchas la verdad. En la mayoría de los casos, dudábamos.

El paisaje que se vislumbra desde el Castillo es espectacular

Antiguamente era conocido como el Castillo de Ulver. Su privilegiada ubicación, en lo alto de un promontorio rocoso, llamó la atención, como punto defensivo y militar, desde el principio de los tiempos civilizados. Se dice que sus orígenes podrían estar relacionados con un asentamiento romano, en los tiempos en que la todopoderosa Roma, se fijó en el oro de Las Médulas.

Sus habitantes más insignes fueron los templarios. Perteneció a la Orden del Temple, al igual que el Castillo de Ponferrada. Luego, su encrucijada de caminos, jugó un papel importante en la Reconquista de España.

Los orígenes del Castillo pudieron ser un asentamiento romano

El Castilllo de Cornatel perteneció a los templarios

El Castillo de Cornatel está en Villavieja, municipio perteneciente a Priaranza del Bierzo. Si mal no recuerdo, en la actualidad, me dijo el chico de la entrada, pertenece a la Junta vecinal de Villavieja. Me chocó saber que no pertenecía a una familia noble y a sus herederos, como suele ser lo habitual en estos casos.

Al fondo el llamado «mirador»

El chico también me contó que se hacen eventos privados y eventos culturales. Unos días antes de nuestras visita, me dijo, se había celebrado uno. El enclave es único, pero, también, me reveló que subir todo el material para el evento, incluido el catering, comida, bebida y otros enseres, era un real coñazo y un real esfuerzo.

Eso sí, salías al mirador y podías ver las vistas de la foto de abajo. Y eso tiene un precio, claro.

Ruinas y paisaje circundante

Vistas panorámicas desde el mirador

El Castillo de Cornatel se menciona en El señor de Bembibre del escritor berciano, Enrique Gil y Carrasco, una suerte de libro de cabecera para todo amante del Bierzo. Mi padre siempre me habla de esta obra. Reconozco que tengo pendiente su lectura.

Reproducción de un parte del castillo

En algunas partes del castillo hay que andar con cuidado. Ser precavidos. Desde una de estas esquinas, la más escarpada de todas, al parecer, despeñaban a los «disidentes». Fuimos al sitio y tenía sentido. De esa caída no se libraba ni un pájaro.

Peligro

El castillo tiene varias leyendas: Una habla de una princesa encerrada en la torre por su padre, el Conde de Lemos, por un amor al que su padre se oponía. La desdichada murió de pena y su fantasma recorre las almenas del castillo.

Hay una leyenda que dice que el fantasma de una princesa recorre el castillo

Otra habla de un tesoro templario escondido. Estos «chicos» debían ser realmente aficionados a esconder tesoros porque, haya donde hay un edificio templario, hay una leyenda de un tesoro oculto.

Los pueblos, monumentos y lugares que rodean al Castillo de Cornatel, como se puede ver abajo, son muchos. Hoy día es uno de los puntos turísticos de El Bierzo que convoca más visitantes. De lo cual me alegro, porque demuestra que, cuando las cosas se hacen bien, se suelen recoger sus frutos.

Mapa de la zona que circunda al Castillo de Cornatel

 

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